Fuente: corresponsalesclave.org
Por: Lídice López Tocón
La semana del 20 de setiembre de este año, en la sede de las Naciones Unidas, se reunirán mandatarios y autoridades de salud de todos los países para discutir y definir sus compromisos frente a la tuberculosis, la cobertura universal en salud y la prevención, preparación y respuesta a futuras pandemias.
Las organizaciones de la sociedad civil, como en otras ocasiones, se han dado a la tarea de discutir los potenciales contenidos que se emitirán en cada una de las Reuniones de Alto Nivel, han expresado sus puntos de interés y las necesidades de respuesta que debieran incluirse, a modo de compromiso, en las Declaraciones políticas.
Las exigencias para la respuesta a la tuberculosis
La Coalición de TB de las América, junto a los observatorios sociales de tuberculosis y otros aliados de la región latinoamericana, han identificado cinco puntos estratégicos clave para alcanzar la gran meta planteada hace ya algunos años, terminar con la tuberculosis como un problema de salud pública para el 2030. Es la segunda Reunión de Alto Nivel sobre Tuberculosis y se esperan compromisos significativos de los países.
En primer lugar, en cuanto a la Política Pública y Social, la Coalición exige asegurar la inversión para una atención integral de la tuberculosis e infecciones conexas, como el VIH y la diabetes, con un enfoque de equidad, interculturalidad y derechos humanos. El monitoreo y la vigilancia de la respuesta del Estado hacia la TB ha sido también destacado en este campo, asegurando la implementación de estrategias innovadoras y basadas en evidencias que impulsen acciones integrales e intersectoriales. Asimismo, se insiste en impulsar mecanismos ágiles para compras de medicamentos e insumos para los programas de tuberculosis, haciéndolos universales.
En cuanto a Protección y participación social, los activistas proponen que se incluya alguna mención a las coordinaciones multisectorales para proporcionar apoyo y servicios sociales a las personas afectadas por TB. Destacan la importancia de la participación de la sociedad civil.
El financiamiento y la rendición de cuentas también toma relevancia para los activistas en tuberculosis. Así, destacan la importancia de asegurar recursos para la prevención y detección temprana. Otro aspecto que se identifica y contribuye al anterior es el Fortalecimiento de los sistemas de información, educación, salud y sistemas comunitarios; que deben mejorarse con el uso de tecnologías digitales, la transversalización de la prevención de TB en todos los niveles del sistema educativo y acompañarse de capacitación a los recursos humanos, tanto en el área pública como en el sector privado y en los servicios comunitarios.
Finalmente, la Investigación, capacitación, desarrollo e innovación es otro de los ejes en los que hacen hincapié la Coalición de TB de las américas y sus aliados para abordar las principales problemáticas en el acceso a la salud de las comunidades vulnerabilizadas por la enfermedad, sus determinaciones y determinantes sociales, incluyendo el impacto del cambio climático en la población.
Lo que necesitamos para la Cobertura Universal en Salud
En 2019 se realizó la primera Reunión de Alto Nivel de Naciones Unidas sobre la cobertura universal en salud (CUS). En la Declaración emitida entonces, los estados se comprometen a que todas las personas tengan acceso a los servicios sanitarios de calidad que necesiten, cuando y donde los necesiten, incluso en situaciones de emergencia, y que dicho acceso no trastoque su economía. El camino para lograrlo es fortalecer los sistemas sanitarios y en particular la atención primaria.
Este año, el movimiento por la Cobertura Universal Sanitaria (UHC 2030) estableció ocho áreas de acción hacia la Reunión de Alto Nivel. La primera plantea Defender el liderazgo político para la cobertura sanitaria universal, que pasa por establecerla como una prioridad política nacional, garantizar un paquete básico de atención y apoyar la movilización de los gobiernos locales hacia este objetivo. La segunda área hace referencia a las personas en situación de vulnerabilidad y señala No dejar a nadie atrás, respetando el derecho a la salud, inherente a las personas. Esta área de acción también busca la eliminación de la discriminación y la atención de los grupos más desfavorecidos.
Adoptar leyes y reglamentos habilitantes es la tercer área de acción que busca la dación de normas que refuercen los sistemas de salud y garanticen el acceso a nuevas tecnologías en salud. De la mano con los anteriores, el Fortalecimiento del personal de salud y asistencial para prestar una atención de salud de calidad es un área clave para garantizar la salud de las personas, principalmente en contextos de desastres naturales, conflictos y emergencias.
El financiamiento para alcanzar la Cobertura Universal Sanitaria es clave; por ello, en el quinto punto de acción, el movimiento plantea Invertir más, invertir mejor, que interpela directamente a los gobiernos para mejorar el gasto público en salud, principalmente en la atención primaria y para garantizar la protección económica en caso de emergencias.
Avanzar juntos hacia la cobertura sanitaria universal y garantizar la igualdad de género son dos ejes de acción que nos obligan a buscar la reducción de las desigualdades, tanto económicas como aquellas vinculadas al género, desarrollando políticas para llegar a todas las personas con atención diferenciada de acuerdo con sus necesidades en salud.
Finalmente, se insta a Conectar la cobertura sanitaria universal con la seguridad sanitaria, que permita contar con sistemas de salud resilientes que puedan responder a cualquier emergencia sanitaria. Esto también pasa por fomentar la confianza en la comunidad en la ciencia, las vacunas y las instituciones de salud pública, así como protegerlas de cualquier interrupción de los servicios de salud durante las emergencias.
Prepararnos para Futuras pandemias
Finalmente, tendremos en la misma semana una Reunión de Alto Nivel sobre Prevención, preparación y respuesta a las pandemias, la primera en el tema. Las organizaciones de la sociedad civil, bajo el liderazgo de Pandemic Action Network, han emitido una carta pública hacia los representantes de los países en Naciones Unidas en la que señalan que una declaración política ambiciosa y bien orientada puede catalizar la cooperación, el liderazgo, la equidad y la acción mundiales en esta materia.
La carta solicita establecer mecanismos de seguimiento y rendición de cuentas a través de una cumbre anual de líderes de país, que además exija un informe anual, independiente, riguroso y público. Asimismo, se pide que los procesos que se acuerden en la Declaración estén alineados con el Acuerdo sobre Pandemias que se encuentra en plena negociación en la OMS. También se ha propuesto el fortalecimiento de evaluaciones y herramientas existentes relacionadas a la prevención, preparación y respuesta a las pandemias y la evaluación del Reglamento Sanitario Internacional.
La carta también solicita respaldar la creación de un consejo permanente a nivel de Jefes de Estado o Gobierno para vigilar la respuesta oportuna a las crisis sanitarias y amenazas pandémicas actuales y futuras; garantizando una representación amplia e inclusiva; que base sus decisiones en evaluaciones rigurosas, promueva la cooperación internacional y genere un impulso para la acción política a través de planes nacionales de acción.
La sociedad civil también pide llegar a un consenso sobre una plataforma mundial que garantice el acceso mundial oportuno, equitativo y asequible a las contramedidas pandémicas (PCM) y su suministro para todos que sea diseñada y convocada por países de ingresos bajos y medios; que garantice la equidad en el acceso a todas las contramedidas, vincule la financiación pública de la investigación médica al acceso equitativo a los bienes. Asimismo, se exige dar prioridad a la protección de los trabajadores sanitarios de primera línea y las poblaciones más vulnerables e identificar sinergias entre los programas ya existentes y la prevención de pandemias.
Por otro lado, se reclama a los países que garanticen la financiación necesaria para cubrir la prevención, preparación y respuesta para la pandemia, capitalizando el Fondo Pandémico para alcanzar su objetivo anual de 10.5 mil millones. Así también financiar la Coalición para la Innovación y preparación para las Epidemias; contar con un mecanismo de financiación en caso de aumento repentino de una pandemia y que cada país se comprometa a movilizar recursos nacionales para responder a las pandemias en la medida de sus posibilidades.
La necesidad de una respuesta multisectorial fue evidente en la pandemia del covid-19, por ello se pide a los países reforzar el enfoque multisectorial para enfrentar las pandemias. Este debe prever planes integrales que aborden determinantes que alimentan la propagación del virus y detectar tempranamente brotes de enfermedades en humanos, animales domésticos y vida silvestre; asimismo, aumentar el acceso a agua limpia, saneamiento, servicios de higiene y fortalecer la atención primaria en salud.
La carta sigue abierta a firmas en este vínculo.
La sociedad civil insiste en que las Reuniones de Alto Nivel deben obtener declaraciones orientadas a la solidaridad mundial, a la promoción de la equidad dentro de los países y entre países y así proteger los derechos. Esto también incluye compromisos con la igualdad de género, el respeto, la protección y el cumplimiento del derecho a la salud.
Estamos a solo tres meses de que los gobiernos se reúnan a discutir sus compromisos en estos tres temas de salud. Las organizaciones de la sociedad civil pueden dirigirse a sus gobiernos, a través de las Cancillerías, ministerios de Relaciones Exteriores o sus misiones permanentes en Naciones Unidas para hacer llegar las prioridades que consideran deben incluirse en las Declaraciones Políticas.