Fuente: correponsalesclave.org
Por: Lídice López Tocón
En la semana del 20 de setiembre, autoridades de diversos países se dieron cita en la ciudad de Nueva York para presentar sus avances y, en ocasiones, desafíos para alcanzar la Cobertura Universal en Salud, Poner Fin a la Tuberculosis y Prepararnos para prevenir y responder a futuras pandemias.
Como sucede en estas Reuniones de Alto Nivel, se emitieron sendas Declaraciones Políticas que enuncian los compromisos de los países para responder al tema de salud tratado. En estas tres oportunidades, dichas declaraciones fueron aprobadas al iniciar las asambleas, para luego dar paso a los discursos por país.
Es importante anotar que la adopción de las Declaraciones debe ser introducida formalmente a la Asamblea General y se espera que esto suceda en octubre sin mayores cambios; sin embargo, siempre cabe la posibilidad de que algunos Estados Miembros sugieran cambios y desencadenen más negociaciones. Se sabe que el lenguaje sobre sanciones será resistido. Es necesario hacer seguimiento y estar atentos con las misiones de país.
A destacar
La Declaración sobre la lucha contra la tuberculosis retoma en sus primeros párrafos la garantía del derecho a la salud en el contexto de la TB que estaría ligado al derecho a gozar de los beneficios del progreso científico y sus aplicaciones; un aspecto que se ha venido insistiendo desde el activismo por el acceso a medicamentos más eficaces y seguros. Asimismo, se menciona que todos debemos tener acceso a los resultados y beneficios de la investigación e innovación que tenga lugar en el mundo, incluyendo los tratamientos y medios diagnósticos para tuberculosis, que deben ser seguros, eficaces y a precios asequibles. Este principio también es expresado en la Declaración para Prevenir, prepararse y responder ante futuras pandemias.
La declaración también expresa la preocupación de que, si bien hace 30 años la OMS declaró la tuberculosis una emergencia global, la epidemia todavía es un desafío crítico en todas las regiones y afecta a todos los países del mundo, de manera particular y desproporcionada a los países en desarrollo.
Por su parte, la Declaración sobre Cobertura Universal en Salud reconoce que las inequidades y desigualdades dentro de un país y entre países, así como las injusticias sociales y económicas continúan siendo perversas y deben ser derribadas con un compromiso político, acciones articuladas, solidaridad global y cooperación internacional, de manera que sea posible abordar los determinantes sociales, ambientales y económicos de la salud.
Las declaraciones expresan compromisos de los países en fortalecer la multisectorialidad de la respuesta, fortalecer el primer nivel de atención; motivar la inversión en investigación e innovación, pero será difícil hacer seguimiento en el cumplimiento de estos compromisos sin metas planteadas.
Una mirada hacia delante
Las organizaciones de la sociedad civil que estuvieron presentes en las Reuniones de Alto Nivel y han hecho seguimiento durante los últimos meses al proceso de negociación de las declaraciones han expresado la importancia de volcar estos compromisos en planes específicos de nivel nacional, de manera que los países puedan avanzar hacia una Cobertura Universal en Salud, eliminar la Tuberculosis y prepararse en la prevención y respuesta a una posible futura pandemia.
Es importante señalar también que los organismos internacionales que se ocupan de la respuesta a en salud como Stop TB, OMS, ONUSIDA, el Fondo Mundial, PEPFAR, entre otros, incorporen estas declaraciones en sus quehaceres y contribuyan a que los países puedan honrar estos compromisos asumidos, con apoyo técnico y financiero.