Elecciones del MCP en Colombia: fortalecimiento de la gobernanza en VIH

Fuente: corresponsalesclave.org

Por: Constanza Armas

Ya fueron elegidas las personas que conforman el Mecanismo Coordinador de País (MCP) en Colombia, lo que dejó un buen registro nacional de organizaciones y la mirada puesta sobre la necesidad de aceitar los canales de comunicación con todos los actores de interés.

El Mecanismo Coordinador de País (MCP) constituye una instancia en la que el Fondo Mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria (FM) busca garantizar que la sociedad civil y las comunidades participen de forma efectiva y contribuyan en la elaboración, ejecución y supervisión de programas financiados por este Fondo[1]. Este involucramiento se hace por medio de elecciones democráticas entre actores sociales centrales en la respuesta, existe todo un andamiaje para que la participación de lleve a cabo de forma efectiva (más información aquí).

En Colombia el primer MCP se conformó el 14 de febrero de 2002 y a partir de ahí se han llevado a cabo diferentes experiencias. Una de las particularidades más significativas de este mecanismo es la inclusión de las personas más afectadas por las tres enfermedades[2]. En una asistencia técnica realizada en 2022 se menciona que el padrón electoral de esta elección contó con información de 157 organizaciones de la sociedad civil (OSC) y Organizaciones de base comunitaria (OBC) con trabajo en VIH y Tuberculosis (TB) de todo el territorio nacional, dejando un nutrido registro de este tipo de organizaciones. Del total de OSC y OBC inscritas 44 se apuntaron para votar por el subsector de OBC con trabajo en VIH, 34 para el subsector de hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH), 27 para el subsector de personas trans, 26 para el subsector de personas que viven con vih (PVVs), 17 para los subsectores mujeres trabajadoras sexuales, habitantes de calle (HC), personas que se inyectan drogas (PID) y 9 para el subsector de TB.

El mayor número de votos lo obtuvo el representante de los HSH (24 votos) y en segundo lugar la representante de las OBC con trabajo en VIH (20 votos), lo que corresponde con el tamaño de los padrones electorales para estos dos subsectores. Igualmente, se evidenció que algunos puestos de suplencia quedaron vacantes.

Uno de los aspectos que más resaltó durante esta experiencia fue que, a pesar de que Colombia ya tiene experiencia de participación en el MCP, existe poco conocimiento sobre este mecanismo en organizaciones de base y comunitarias de poblaciones claves, lo que puede limitar su participación significativa. Al respecto Alfredo Mejía, consultor de la Plataforma LAC y una de las personas que acompaño esta iniciativa, comentó a Corresponsales Clave que “los que tienen experiencia previa son los que han hecho parte del MCP, pero no las bases, hay muchas organizaciones que nunca han estado incluidas con el fondo Mundial que pueden participar en el proceso de elecciones, pero no saben de qué se trata”.

Esto representa un enorme desafío a 21 años de la primera vez que se llevó a cabo el primer MCP en Colombia. En este sentido, en la consultoría mencionada se buscó “fortalecer la participación e involucramiento efectivo de los representantes de la sociedad civil, en particular de las PC en el MCP, a través de la consolidación de mecanismos de participación democráticos, claros y transparentes de postulación, elección y rendición de cuentas” a través de actividades de capacitación, hojas de ruta y capsulas informativas.

Entre los aspectos por replicar destacó 1) el uso de diferentes canales y estrategias de comunicación (presenciales, virtuales, cápsulas informativas, uso de redes sociales, WhatsApp, entre otras) y 2) el levantamiento de un padrón electoral como base del proceso de elecciones lo que mejoró la participación.

Por otra parte, se observaron desafíos asociados a las inequidades estructurales propias del país, como las posibilidades diferenciales de acceso a internet para el registro de organizaciones en algunas regiones más excluidas del país o barreras de comprensión lectora o alfabetización tecnológica por parte de dirigentes de organizaciones o poblaciones clave. Partiendo de aquí se propone un acompañamiento mayor.

Igualmente, echando mano del carácter dinámico de la plataforma de MCP, se propuso incluir un representante de población migrante venezolana en este mecanismo, aunque igual hubo “opiniones divididas, algunas organizaciones mencionaron que si no se cubrían ni siquiera las necesidades de las poblaciones vulnerables nacionales porque ellos van a incluir a venezolanos en la nueva solicitud de financiamiento (…) sin embargo, quedaron incluidas en acciones de prevención, diagnóstico y atención para aquellos que tienen diagnostico positivo” mencionó Mejía.

Por último, se recomendó en la instancia de asistencia técnica que se realizaran ajustes normativos para movilizar recursos financieros para implementar un plan de comunicaciones bidireccional para OSC y comunidades. Fortalecer a los nuevos representantes y a sus representados en temas de monitoreo liderado por la comunidad para mejorar su participación en los procesos de FM y en la respuesta nacional.

Definitivamente se hace urgente que las organizaciones de base y de la sociedad civil comprendan el poder y la responsabilidad que tienen en el alcance de la respuesta al VIH en el país. Formarse, informar y dialogar con diferentes instancias y actores, representan el ABC de la incidencia política, sin esto el espacio como el MCP pierden sentido.

[1] En la actualidad, para Colombia la subvención busca fortalecer la respuesta nacional al VIH con la adopción de estrategias de prevención combinada 2022-2025. Con un monto de $19,457,001 USD.

[2] En el contexto colombiano, se definió la participación de los siguientes subsectores de la Sociedad Civil (SC) y Poblaciones Clave (PC), tanto titulares, como suplentes con 8 puestos en total: Poblaciones clave de VIH (3 puestos) Hombres que tienen sexo con hombres (HSH) Personas Trans (PT) Mujeres Trabajadoras Sexuales, Habitantes de Calle (HC) y Personas que se inyectan drogas (PID) (1 puesto compartido) Personas que viven con VIH (2 puestos) Mujeres viviendo con VIH Hombres viviendo con VIH Organizaciones de base comunitaria en VIH (1 puesto) Personas afectadas o que representan a las personas con TB o TB-VIH (2 puestos).