Fuente: corresponsalesclave.org
Por: Constanza Armas
Las elecciones al Mecanismo Coordinador de País (MCP) en Ecuador, desarrolladas la segunda semana de mayo, se llevaron a cabo en medio de una importante crisis de credibilidad.
El Mecanismo Coordinador de País (MCP) es uno de los procedimientos con el que el Fondo Mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria (FM) busca garantizar que la sociedad civil y las comunidades participen de forma efectiva y contribuyan en la elaboración, ejecución y supervisión de programas financiados por ellos[1]. Se cristaliza por medio de elecciones democráticas entre actores sociales centrales en la respuesta (más información aquí).
Un aspecto transversal refiere a la transparencia, que permite que todas las partes involucradas respalden los resultados. En el caso Ecuador la desconfianza hizo mella en los comicios, lo que atraso la fecha de las elecciones y los dejo momentáneamente sin representantes de Hombres que tienen sexo con Hombres (HSH) y mujeres que viven con VIH.
Edwin Hidalgo, de la Fundación Matices, nos hizo llegar una carta dirigida a la Gerencia de Portafolio Ecuador del FM, firmada por cuatro candidatos de subsectores y cinco ONGs y organizaciones de base, en la que manifestaban una serie de irregularidades en la elección en la que destacan la publicación parcial de información vital, como la base de datos de quienes participan, “errores en el padrón electoral, la constate modificación del mismo hasta el último momento del ejercicio de sufragio, el escaso tiempo para socializar con las organizaciones. Así como la omisión de nombres y planes de trabajo en la página web y comunicaciones del MCP-Ecuador”. Igualmente, denuncia que en el mecanismo en el que se elegían los subsectores de mujeres trans y hombres que viven con VIH, tuvieron fallas en la convocatoria, poco control de ingreso de votantes en la sala (lo que provocó que muchas personas no identificadas voten) y alteración del padrón electoral.
Todo lo expuesto constituyen barreras para la participación de los sectores sociales. Las organizaciones firmantes en la voz de Hidalgo piden en diferentes instancias “que se suspenda todo este proceso ya que consideramos que no es confiable”. Además, consideran que la participación fue limitada porque se concentró en pocas organizaciones de la sociedad civil.
Por su parte Jorge Luís Betancourt fundador de Verde Equilibrante e integrante recién electo del MCP por parte de las ONGs, trae un poco de luz, puesto que destaca como de gran valor el hecho de que una organización como la que él lidera, ubicada en Cuenca, se pueda sentar en la mesa y proponer aspectos centrales de la respuesta al VIH en el país. Sin embargo, reconoce que “hay que tener una estrategia comunicacional para que la población en general y las poblaciones clave en Ecuador, creamos y tengamos más confianza en el MCP”.
Esta situación no es nueva, en trabajos anteriores en el país se venía comentando la necesidad de establecer metodologías participativas que facilitaran el fortalecimiento el conocimiento y el trabajo en red de las organizaciones de base. A esto Betancourt agregó la necesidad de robustecer liderazgos del MCP desde el punto de vista de “inteligencia emocional” para que las oportunidades de mejora no se tomen de manera personal.
Así mismo, se propone mejorar el sistema de rendición de cuentas de las gestiones salientes con la idea de transmitir información clave y relevante, ya que extraoficialmente supimos que solo la secretaría ejecutiva realizó un informe de gestión, desde el punto de vista de las organizaciones sociales y de base el informe de rendición de cuentas fue hablado en asamblea.
El Fondo Mundial propone mecanismos de trabajo que buscan la participación más amplia posible, es cuestión de las organizaciones y de los gobiernos procurar la generación de una masa critica que pueda contribuir de verdad con la respuesta al VIH y con una transición positiva para el país. Queda mucho por fortalecer, esperamos que el MCP pueda salir de esta crisis de legitimidad fortalecidos.
[1] Esta subvención busca alcanzar los objetivos nacionales hacia la eliminación del VIH como problema de salud pública mediante la descentralización de los servicios de pruebas al nivel de atención primaria de la salud y la mejora de los sistemas de recopilación de datos (2023-2025). Monto: $ 7,257,254 USD