Monitoreo Liderado por la Comunidad: una experiencia Regional en desarrollo

Fuente: corresponsalesclave.org

Por: Constanza Armas

El Monitoreo Liderado por la Comunidad (MLC) es la estrategia central del Fondo Mundial para la lucha contra el VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria (Fondo Mundial) 2023-2028. En nuestra región, la Alianza Liderazgo en Positivo y Poblaciones Clave (ALEP PC ) [1] ha llevado a cabo algunas iniciativas es esta dirección, en las que han estado incluidas las personas usuarias de drogas.

En el MLC son las comunidades afectadas por las enfermedades quienes identifican los problemas a monitorear dentro de sus contextos, generando evidencias que permitan fortalecer y dirigir tanto las respuestas institucionales en los diferentes niveles de gestión pública, como la incidencia política de la sociedad civil. En el caso de ALEP y PC el MLC constituye todo un reto, debido a que esta coalición está conformada por 11 países (Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Perú), seis redes regionales de personas con VIH y por cuatro organizaciones de poblaciones clave, lo que puede complicar trazar planes incluyentes que tomen en cuenta contextos disímiles en temáticas culturales e institucionales y, a la vez, tan parecidos en aspectos transversales como discriminación y acceso a la salud, entre otros.

En el caso de las personas usuarias de drogas, las limitaciones se han convertido en fortalezas, ya que “las lecciones aprendidas en particular han sido trabajar más en conjunto, tener apertura con las otras redes, y mostrarse colaborativas. Eso hace que se nos tome un poco más en serio y que exista el interés de otras redes en nuestra participación en varios ámbitos, ya que el trabajo en equipo nos ha permitido llegar a consolidar objetivos puntuales” mencionó Veronica Russo referente nacional de la Red Argentina para los Derechos y Asistencia de los Usuarios de Drogas (RADAUD) y de la Red Latinoamericana y del Caribe de Personas que usan Drogas (LANPUD) por Argentina.

Referentes de la LANPUD han trabajado en diversas actividades de MLC como la plataforma observadatos.org, un proyecto regional de veeduría de datos oficiales. En el foro “Datos abiertos y monitoreo comunitario: la experiencia de ALEP y Poblaciones Clave” Laura Sánchez, gerente interina del proyecto ALEP y poblaciones clave de Hivos, mencionaba que hay un primer momento de veeduría de datos que permite tomar decisiones y enfocar falencias y fortalezas en las esferas públicas de cada país. Esta plataforma es un ejemplo de esto, ya que “refiere a un monitoreo social en función del gasto público, la inversión en vih y su efecto en la situación epidemiológica”. En esta web es posible encontrar información sobre los estudios Megas (Medición del Gasto de la Respuesta Nacional ante el VIH y sida) y GAM (Monitoreo Global del SIDA).

Esta iniciativa es sumamente útil, sin embargo, sugería Sánchez, se debe pasar al siguiente paso e ir “avanzando el monitoreo comunitario de datos que el gobierno no recoge y son estratégicos para el avance de la respuesta el VIH”.

En el foro mencionado, las redes con experiencia en VIH alertaron que, para avanzar en un trabajo más orientado al monitoreo, debían i) capacitarse en el fortalecimiento de alianzas estratégicas y aspectos técnico, más específicamente en monitoreo con enfoque de género y formación en diversas herramientas de análisis de datos (interpretación de gráficos, datos e indicadores), así como formación para la realización en el mapeo de actores para la búsqueda de financiamiento.

En este contexto la alianza de ALEP y PC, con participación de la LANPUD, llevaron a cabo diferentes espacios de capacitación, tanto para grupos específicos como abiertos a la comunidad.

El Monitoreo Liderado por la Comunidad (MLC)

La implementación de un mecanismo de MLC consta de tres etapas bien planificadas, i) evaluación de las necesidades de la comunidad, ii) planificación y movilización de recursos, iii) recolección y gestión rutinarias de datos e Iv) Incidencia política y monitoreo del cambio. Así, se busca “identificar barreras en el acceso, algunas brechas. Incluyendo algunos determinantes sociales que muchas veces no están consideradas por parte del abordaje bioclínico o biomédico” comentó la Sánchez.

Las actividades que se pueden considerar paraguas dentro del MLC son la i) identificación por parte de la comunidad de los problemas prioritarios por monitorear; ii) Presentación de las metas y objetivos del MLC a un amplio rango de comunidades afectadas, iii) el análisis de los problemas y obstáculos, el contexto y la situación para el seguimiento mediante el MLC y el iv) análisis de los actores clave: capacidad, apoyos, impedimentos dentro y fuera de la comunidad.

Para la realización del MLC el consorcio ALEP PC echa mano de diferentes estrategias, una de ellas es utilización de la figura del Recolector de datos, quien cuenta con los conocimientos técnicos y apoya la implementación en campo del MLC en centros de salud específicos en cada país y en organizaciones que brindan apoyo y servicios a personas con VIH y poblaciones clave.

Así mismo, se han implementado los Observatorios Comunitarios de Tratamiento -OCT- integrado por organizaciones de sociedad civil y activistas de poblaciones clave y personas con VIH y el Grupo Consultivo Comunitario formado por Ministerios de Salud de cada país, Agencias Normativas (ONUSIDA, OPS, PNUD UNFPA) y Academia. Además, se han llevado a cabo investigaciones comunitarias como el Estudio Multipaís Índice de estigma y discriminación en personas con VIH 2.0 (INDEX 2.0) realizado en Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y Perú y el Estudio sobre violencia, estigma y discriminación a mujeres trans (VED) enfocado en Bolivia, El Salvador, Honduras y Paraguay.

Con toda esta información se busca alimentar las estrategias de incidencia política, para que información se ponga en acción. En palabras de Alma de León, de la Coalición Internacional de Preparación para el Tratamiento (ITPC), en la Formación Plataforma LAC Monitoreo Liderado por la Comunidad, la idea del MLC es comprender que “no hay duplicidades sino complementariedad y lo que buscamos es eso, que encontramos una manera de armonizar todas las iniciativas y complementarnos, porque al final el resultado es únicoeste consorcio es un proceso en el que las comunidades toman la iniciativa de realizar un seguimiento continuo de un problema que les preocupa. Una vez que identifican problemas, a través de este proceso colaboran con las autoridades y responsables para desarrollar soluciones basadas en los hallazgos obtenidos a través de toda la parte de recoger información, el monitoreo de servicios para las comunidades por supuesto ya que son los usuarios finales y principales interesados”.

Si bien se ha logrado avanzar en diferentes iniciativas, en el consorcio también se presentan retos importantes de cara al reconocimiento de las poblaciones clave fuera de ALEP- PC, como menciona Russo “es importante aclarar que LANPUD no ha podido estar más allá de la asistencia técnica que tuvimos, las cartas de presentación y del trabajo que estamos haciendo en estos años, que nos incluyan como población clave dentro de los MCP. Dentro del consorcio sí estamos incluides (…) sí con el trabajo con las otras redes, no con el receptor principal (del Fondo Mundial), creo que tiene que ver con los sesgos que tiene porque somos personas usuarias de drogas (…) Creo que el mayor desafío es tener el reconocimiento, trabajar en los productos, visibilizar los productos que realizamos, la participación del LANPUD tanto del estudio de violencia, estigma y discriminación, del estudio propio que estamos haciendo de marcos legales. Dentro de las plataformas de denuncias y creo que el gran desafío, también, es poder trabajar en los planes de incidencia política”.

Enlaces de interés:

[1] ALEP y Poblaciones Clave, con el liderazgo de Hivos América Latina, y el apoyo de ONUSIDA y OPS, lleva adelante un proyecto multipaís que busca mejorar la calidad de vida y disfrute de los derechos humanos de las personas con VIH y poblaciones clave en América Latina.