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Fuente: theglobalfund.org
Traducción: Javier Hourcade
26 de noviembre de 2024
LILONGWE, MALAWI – La Junta Directiva del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (el Fondo Mundial) celebró su 52ª reunión la semana pasada en Lilongwe, Malawi. El país fue seleccionado para acoger el evento en reconocimiento a sus notables progresos contra el VIH, la tuberculosis (TB) y la malaria en las últimas décadas, que contribuyeron a la mejora de la esperanza de vida en el país de 44,7 años en 2000 a 62,5 años en 2021.
La reunión fue inaugurada por el Dr. Lazarus Chakwera, Presidente de Malawi, quien elogió al Fondo Mundial por su contribución decisiva a la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria en el país, destacando un descenso del 39% en los casos de malaria y una reducción del 25% en las muertes por malaria, así como un fuerte progreso contra el VIH y el sida. Entre 2004 y 2024, más de 10 millones de personas accedieron a las pruebas del VIH, y casi 1 millón recibieron terapia antirretrovírica que les salvó la vida. El Presidente Chakwera destacó cómo el Fondo Mundial ha estado constantemente al lado de Malawi, apoyando al país a través de diversos desafíos, desde el COVID-19 y las inundaciones hasta el mpox.
Cambios significativos en las políticas para impulsar un impacto sostenible
A lo largo de los tres días que duró la reunión, la Junta Directiva reconoció que la misión del Fondo Mundial se enfrenta a numerosos retos, como las extraordinarias presiones fiscales sobre los países, los espacios cívicos restrictivos, los conflictos mundiales y el cambio climático. Para proteger los logros alcanzados en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria y, al mismo tiempo, impulsar el progreso sostenible hacia la erradicación de estas enfermedades, la Junta Directiva adoptó un conjunto de cambios políticos de amplio alcance y sin precedentes.
Estos cambios, que preparan el próximo ciclo de subvenciones trienal que comenzará en 2026 (Ciclo de Subvenciones 8), se efectuaron mediante revisiones de las cuatro políticas más influyentes a la hora de orientar la asignación y el uso de los recursos del Fondo Mundial: la Política de Elegibilidad; la Metodología de Asignación; la Política de Sostenibilidad, Transición y Cofinanciamiento; y las Inversiones Catalizadoras. Las revisiones fueron aprobadas por unanimidad por la Junta Directiva.
Los cambios en la Política de Admisibilidad y la Metodología de Asignación desplazarán la financiación hacia los países con menores ingresos y aumentarán la proporción de fondos destinados a la tuberculosis y la malaria. Los cambios en la Política de Sostenibilidad, Transición y Cofinanciación reforzarán el rigor y la especificidad de los requisitos de cofinanciación y permitirán una mejor preparación para la transición, con el fin de apoyar el progreso sostenible en la lucha contra las tres enfermedades.
Para facilitar la aplicación de este conjunto de revisiones y contribuir a una respuesta sanitaria mundial más ágil, impactante y sostenible, la Junta Directiva animó al Fondo Mundial a seguir apoyando los esfuerzos de los países para reforzar la gestión de las finanzas públicas (GFP). El objetivo es permitir la elaboración de presupuestos de salud creíbles y orientados a las prioridades, programas de enfermedad integrados, un flujo de fondos eficiente, una ejecución presupuestaria eficaz y una rendición de cuentas reforzada.
Las prioridades de la Inversión Catalizadora para el Octavo Ciclo de Subvenciones se centrarán en componentes de la Estrategia del Fondo Mundial que son muy necesarios para acelerar el progreso pero que no se abordan plenamente a través de las Asignaciones por País. Esto incluye los derechos humanos, la igualdad de género, la creación de mercados NextGen para permitir un acceso acelerado a las nuevas innovaciones y la lucha contra el impacto del cambio climático en la salud de las comunidades más pobres y vulnerables. Las prioridades de la Inversión Catalizadora para el Ciclo de Subvenciones 8 también están diseñadas para impulsar las contribuciones del sector privado.
«Estas decisiones críticas sientan las bases de la Octava Reposición y configuran nuestro enfoque para el próximo ciclo de subvenciones», declaró Lady Roslyn Morauta, Presidenta de la Junta Directiva del Fondo Mundial. «Al centrarnos más en los países con mayores necesidades, mejorar la implicación nacional y fomentar la financiación sostenible, estamos reforzando nuestro compromiso con los millones de personas cuyas vidas dependen de nuestro trabajo.»
«Las palancas de sostenibilidad que estamos activando son esenciales para maximizar la repercusión, proteger los logros conseguidos con tanto esfuerzo y garantizar el éxito a largo plazo de la misión del Fondo Mundial para las comunidades a las que servimos», afirmó Peter Sands, Director Ejecutivo del Fondo Mundial.
Además, la Junta Directiva aprobó el presupuesto de gastos operativos (OPEX) de la Secretaría del Fondo Mundial para 2025, fijado en US$ 346 millones, y aprobó ajustes en las declaraciones de apetito por el riesgo, abordando los riesgos de la cadena de suministro en los países y los riesgos fiduciarios y de fraude relacionados con las subvenciones.
Mantener los esfuerzos contra los efectos de la crisis climática y la erosión de los derechos humanos
En amplios debates, los miembros de la Junta Directiva insistieron constantemente en la importancia crítica de mantener las inversiones en los sistemas de salud y comunitarios para apuntalar la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria, reforzar la preparación frente a pandemias y acelerar el camino hacia la Cobertura Sanitaria Universal (CSU).
Alertados por los debates simultáneos de la COP29, reiteraron su preocupación por las crecientes repercusiones de la crisis climática en la salud, y pidieron al Fondo Mundial que siga apoyando a los países en la creación de sistemas de salud resistentes al clima y en la respuesta a los desastres relacionados con el clima. En una sesión en la que se conversó con el Ministro de Salud de Malawi, Khumbize Chiponda, se destacaron los retos a los que se enfrenta Malawi debido al creciente número de fenómenos relacionados con el clima, como sequías y ciclones, que están interrumpiendo la prestación de servicios de salud a los más vulnerables y alimentando enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria y el cólera.
En otra sesión, la Junta Directiva reafirmó su compromiso de abordar las barreras relacionadas con los derechos humanos y el género que impiden el acceso a la atención sanitaria, entre ellas la estigmatización y la discriminación.
«La asociación del Fondo Mundial debe tomar medidas decisivas para salvaguardar el espacio cívico y resistir la erosión global de los derechos, que podría tener consecuencias devastadoras para la salud pública si se ignora», declaró Bience Gawanas, Vicepresidenta de la Junta. «Las comunidades están en el centro de todo lo que hacemos. Todos los programas del Fondo Mundial deben seguir dando prioridad a las necesidades de los más vulnerables: niñas, mujeres y otros grupos marginados.»
Movilización para el éxito de la Octava Reposición
A falta de solo cinco años para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Junta Directiva hizo un llamamiento a toda la asociación para que se uniera en torno al objetivo fundamental de asegurar el mejor resultado posible para la Octava Reposición el próximo año.
«Tanto en el caso del VIH como en el de la tuberculosis, tenemos un fuerte impulso, con el objetivo del VIH para 2030 a la vista, y un número récord de personas que reciben tratamiento con éxito para la tuberculosis; por el contrario, en el caso de la malaria, corremos el riesgo de estancar o incluso invertir el progreso y tenemos que actuar con más audacia para romper el ciclo de transmisión de la malaria», dijo Sands. «En las tres enfermedades, las herramientas innovadoras y revolucionarias crean nuevas oportunidades y motivos de esperanza. El éxito de la Octava Reposición determinará la capacidad del Fondo Mundial para acelerar el acceso equitativo a tales innovaciones, e impulsará el ritmo de avance hacia el fin de las tres enfermedades como epidemias. En un mundo cada vez más fragmentado, la asociación del Fondo Mundial debe permanecer unida como faro de solidaridad mundial y humanidad.»
«Los países asociados, los gobiernos, la sociedad civil y las comunidades miran a los donantes con confianza y esperanza de que la asociación lleve adelante nuestro deber y garantice el éxito de la Reposición», concluyó Morauta.