Fuente: Plataforma de Aprendizaje LAC
Por: César A. Coria Mercado
Colectivo Alejandría es una organización de la sociedad civil con trabajo en la respuesta al VIH en El Salvador, “formada por un grupo de personas LGBTIQ+, pero liderada por Mujeres Transgénero”, que tiene como misión “ser un colectivo de personas multidisciplinarias que lucha a nivel nacional por los DDHH de las personas LGBTIQ.” Desde 2003 han trabajado en acciones de prevención con mujeres trans, hombres gais y hombres que tienen sexo con hombres. Esa experiencia acumulada, junto con otras habilidades técnicas, organizativas y administrativas, han sido la base para ser una de las organizaciones comunitarias Sub-Subreceptoras que participa en la implementación de las subvenciones del Fondo Mundial en El Salvador desde el 2014.
En palabras de su directora ejecutiva Karla Guevara, que hasta enero de este año era la representante de las Mujeres Trans y Hombres que tienen Sexo con Hombres (HSH) en el Mecanismo Coordinador de País, las ventajas competitivas que le permitieron al Colectivo ser parte de las organizaciones Sub-Subreceptoras destacan: “tener una amplia experiencia en la implementación de estrategias de prevención del VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual con mujeres trans y hombres que tienen sexo con otros hombres, contar con personaría jurídica (registro legal como organización en El Salvador), con procesos contables, administrativos y financieros bien establecidos, manuales y políticas internas de organización y con un equipo, o recursos humanos suficientes, con experiencia comprobable para implementar las acciones de la subvención.
Entre las principales actividades de implementación que el Colectivo realiza son relevantes:
- La distribución de condones y lubricantes entre las poblaciones claves, que reciben del Receptor Principal y son diseminados por su equipo de educadores pares
- Promoción y referencia para la realización de las pruebas de VIH bajo la estrategia de acompañamiento con promotoras y promotores capacitados que facilitan el acceso de las personas a los servicios de salud públicos (clínicas VICIT) o a las unidades móviles con las que cuenta el Receptor Principal (Plan Internacional). En la subvención más reciente comenzarán también con el acompañamiento y referencia para pruebas de VIH a clínicas privadas
Si bien todos estos servicios son clave para las acciones de prevención, desde el punto de vista de Karla, hace falta fortalecer aún más la capacidad instalada de las organizaciones de la sociedad civil en El Salvador, porque con la radicalización de las visiones conservadoras en los gobiernos y la cada vez más cerca salida del Fondo Mundial del país, la organización no está en condiciones de garantizar la continuidad de ninguno de estos dos servicios; “después de casi 12 años de que colaboramos con el Fondo Mundial las organizaciones no hemos quedado fortalecidas totalmente, porque ya que se vaya el Fondo Mundial, los servicios de pruebas que dan los servicios de salud pública y las unidades móviles no dan garantía de que los sigan brindando… nosotras somos sólo las personas encargadas de buscar a las poblaciones para llevarlas a que se hagan la prueba, pero no podríamos continuar el servicio porque no contamos con clínicas comunitarias o servicios similares, ya que por su costo, quedaron fuera de la última subvención.”
Este es un tema central y un desafío para la sostenibilidad de la respuesta en El Salvador antes de que el Fondo Mundial se retire, sobre todo en un contexto donde las pocas políticas de apoyo a las poblaciones y organizaciones LGBTQ+ han sufrido un retroceso y el contexto de estigma, discriminación y de violaciones a los derechos humanos sigue en aumento.
Fue este último contexto, que por iniciativa del Gerente de Portafolio del Fondo Mundial en el país y en colaboración con el Receptor Principal y la Plataforma de Aprendizaje LAC, Colectivo Alejandría fue convocada para participar en la creación de un Plan de Seguridad y Protección para las organizaciones de la sociedad civil. El Fondo Mundial contrató un consultor para que les apoyara en la construcción del protocolo de seguridad y protección, que “ha servido muchísimo y ha ayudado a fortalecer la seguridad digital, la seguridad física de las organizaciones, pero sobre todo de las y los defensores y promotores que trabajan en ellas,” nos compartió Karla.
Fue esta experiencia la que facilitó que en la última solicitud de subvención del país se lograra incluir la implementación de acciones de seguridad y protección para promotores, educadores y defensores de derechos humanos de las organizaciones. A partir de esto, como parte de las acciones del primer año de implementación de la actual subvención, Colectivo Alejandría desarrollará dos acciones operativas:
- Asesoría legal para atender a las poblaciones que enfrenten situaciones de estigma, discriminación y/o violaciones de derechos humanos
- Servicio de atención psicológica para apoyar a las personas que enfrentan estas situaciones
Para llevarlas a cabo, la organización cuenta con el apoyo de una psicóloga y una abogada que colaboran en la organización y a quienes se refieren todos los casos de atención que, en el último año, se han incrementado significativamente. Este componente empezó a operar en septiembre del año pasado, por lo que sus mejores resultados aún están por llegar.
El principal obstáculo por superar en este componente es el temor que las personas de las poblaciones clave tienen para denunciar las situaciones y violaciones a derechos humanos, debido a este ambiente desfavorable por las actuales políticas anti LGBTIQ+. Sin embargo, el uso de promotores que acompañan en estos procesos a las poblaciones, incluso en el componente de prevención, da una ventaja comparativa para Colectivo Alejandría, que puede: apoyar a los usuarios en la navegación en los servicios, detectar situaciones de estigma y discriminación y denunciarlas, y en caso de enfrentar situaciones de violación de derechos humanos, asegurar su atención a través del servicio de asesoría legal y atención psicológica.
Pero los desafíos y alternativas no se quedan allí. Actualmente, Colectivo Alejandría está haciendo incidencia para que en un futuro muy próximo las organizaciones de la sociedad civil puedan brindar a las poblaciones clave a las que atienden auto-pruebas de VIH, que reduciría los riegos de que los servicios de salud públicos y las unidades móviles redujeran su cobertura de acceso a pruebas; así como poder brindar insumos para la Profilaxis Pre Exposición (PreP), que combinados con la distribución de los otros insumos, contribuiría aún más para reducir la prevalencia de la infección en las poblaciones que ellas atienden.
Todo lo anterior no hubiera sido posible si un trabajo que el Colectivo no ha dejado de hacer desde su creación, que es la incidencia política, que se traduce en su participación constate y significativa en los espacios de toma de decisiones del Fondo Mundial, como lo es el Mecanismo Coordinador de País; así como la incidencia permanente con los servicios públicos de salud y los gobiernos, porque como lo muestra el caso de El Salvador y otros países y Latinoamérica, sus políticas y prioridades son cambiantes, según el perfil de las autoridades en el poder.